De forma muy general, podemos decir que la meditación es una manera de entrenar nuestra mente. Se utiliza una serie de prácticas o ejercicios que son el equivalente a decir que llevo mi mente al gimnasio a ejercitarla. Igual que cualquier otro músculo de nuestro cuerpo, el cerebro tiene la capacidad de desarrollarse mejor si estimulamos los hábitos adecuados. La práctica constante y consistente hace que nos familiaricemos con este entrenamiento y que se vaya volviendo cada vez más sencillo.
Al inicio, por no estar acostumbrados a meditar, podría ser que la mente se perciba como un lugar extraño o ajeno. Algunas personas pueden sentirse fascinadas al visitarlo, otras más bien, pueden sentir algo de aversión. Cualquiera de las dos opciones son normales y esperables, son parte de la experiencia de observar el tren de pensamientos del “monólogo interno” y las sensaciones físicas que tenemos.
La meditación no busca que nos convirtamos en alguien distinto a quien somos, simplemente busca que podamos desarrollar nuestra consciencia para tener una perspectiva más saludable y adaptativa. Con el uso de la meditación podemos trabajar sobre el “monologo interno” del que hablamos antes. Algunos pensarían que el objetivo es silenciar este monólogo o ruido interno, no obstante, la idea inicial sería observar esos pensamientos sin juzgarlos, aceptarlos y no luchar contra ellos, para poco a poco comprenderlos mejor. Cada práctica de meditación puede sentirse distinta, a veces estaremos más enfocados y serenos, en otras ocasiones podría ser que nuestra mente divague más. No hay un punto de perfección que debamos alcanzar, el objetivo es sostener el enfoque de nuestra atención a los fenómenos que surgen en nuestra mente y en nuestro cuerpo. Para apreciar los beneficios es fundamental la práctica sostenida y constante.
Es importante entender que la meditación no está ligada a ninguna religión en particular (es agnóstica), aunque en algunas ideologías religiosas puede tener una presencia muy fuerte por los efectos asociados a la calma e introspección que esta práctica puede facilitar. No obstante, practicar meditación no requiere de pertenecer a ninguna corriente de pensamiento religioso.
Asimismo, hay varios tipos de meditación, cuyo enfoque varía dependiendo del objetivo que se busca. La meditación mindfulness conocida también como “atención o mente plena” se enfoca en desarrollar la capacidad de estar presentes, permanecer en el aquí y el ahora, teniendo apertura a nuestra experiencia presente (pensamientos, emociones, nuestro entorno). Aunado a esto, este tipo de meditación también cultiva la compasión, relajación, concentración, enfoque de la atención, consciencia de sí mismo, entre otros.
Preguntas Frecuentes
¿Cuáles son los beneficios de la meditación mindfulness?
La meditación mindfulness ha demostrado tener numerosos beneficios, como reducir el estrés, mejorar la concentración, promover el bienestar emocional, aumentar la autorregulación emocional, fortalecer el sistema inmunológico y mejorar la calidad del sueño, entre otros.
¿Es necesario ser espiritual o seguir una religión para practicar la meditación mindfulness?
No, la meditación mindfulness se basa en la atención plena y puede ser practicada por personas de diferentes creencias religiosas o incluso sin ninguna afiliación religiosa. Es una práctica secular que se centra en la experiencia directa y la conexión con el momento presente.
¿Cuánto tiempo debo meditar cada día?
No hay una duración específica establecida. Es recomendable comenzar con unos minutos al día e ir aumentando gradualmente. Incluso solo unos minutos de meditación mindfulness pueden tener beneficios significativos. Lo más importante es establecer una práctica regular y constante.
¿Dónde y cómo debo sentarme durante la meditación?
Puedes meditar en cualquier lugar tranquilo y cómodo donde puedas sentarte con la espalda recta. Puedes utilizar una silla, un cojín de meditación o simplemente sentarte en el suelo. La postura debe ser estable y relajada, permitiendo que la respiración fluya naturalmente.
¿Qué hago si mi mente se llena de pensamientos durante la meditación?
Es normal que surjan pensamientos durante la meditación. La clave es observarlos sin juzgar y sin aferrarse a ellos. Simplemente deja que los pensamientos pasen como nubes en el cielo y dirige tu atención nuevamente hacia el momento presente, centrándote en la respiración o en la sensación corporal.
¿Necesito un instructor o puedo aprender por mi cuenta?
Contar con la guía de un instructor puede ser beneficioso para profundizar en la técnica y cubrir dudas que se hayan experimentado al realizar la práctica por cuenta propia. Sin embargo, también es posible aprender y practicar mindfulness con numerosos recursos como libros, apps y programas en línea, que pueden servir como herramientas para comenzar en la práctica.
